Nuestro ADN se puede asimilar a un complejo manual de instrucciones que consultan frecuentemente nuestras células para constituir y hacer funcionar una maquinaria tan compleja como la que constituye el ser humano. Esta información se guarda dentro de cada célula de nuestro organismo en un extenso texto que contiene 6.500 millones de caracteres, lo que equivaldrían a 300.000 Quijotes. La particularidad de este texto es que está escrito en un alfabeto de 4 letras y no se estructura en páginas, si no en hebras que conforman nuestro ADN. Si cogiésemos todas estas hebras de ADN de una célula y la estirásemos llegaría a medir dos metros. Sorprende que esos 2 metros deban de empaquetarse en el núcleo de una célula que es 400 veces más pequeño que la cabeza de un alfiler. Pero no pueden empaquetarse de cualquier forma, si no que tienen que empaquetarse de una forma funcional, ya que la información contenida en el ADN es consultada a menudo por la célula.
Los llamados complejos remodeladores de cromatina, son elementos que ayudan a modificar y estructurar la accesibilidad de la información del ADN en la célula. Estos complejos no sólo son imprescindibles para el trabajo rutinario de la célula, si no que su correcta actividad es necesaria para que las células no se vuelvan malignas y creen cáncer. Precisamente, estos hallazgos son expuestos por un grupo de investigadores del Centro Pfizer – Universidad de Granada – Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO), en un artículo reciente publicado en “Molecular Cancer”, una de las revistas científicas internacionales más influyentes y que ha tenido como primeros autores a Álvaro Andrades, Paola Peinado y Juan Carlos Álvarez.
“Por ejemplo, cuando se deteriora mediante mutación un componente de estos complejos remodeladores de cromatina llamado SMARCB1, se generan tumores rabdoides, que se tratan de tumores pediátricos agresivos que suelen aparecer en el cerebro, la médula espinal y los riñones y que tienen mal pronóstico” indica Pedro Pablo Medina Vico director del trabajo y del Aula de investigación contra la leucemia infantil “Héroes contra la Leucemia”.
“Alrededor de un 25% de todos los tumores, tienen mutados algún componente de estos remodeladores de la cromatina, lo que les hace ser uno de los sistemas funcionales que las células tumorales alteran más frecuentemente” añade Paola Peinado, doctora egresada de la Universidad de Granada, actualmente investigado en el instituto Francis Crick de Londres.
“Se sabía que las alteraciones de los complejos remodeladores de cromatina, se daban en tumores sólidos como el cáncer de pulmón, pero publicaciones recientes de nuestro grupo han puesto de manifiesto que tienen relevancia en tumores sanguíneos” indica Álvaro Andrades, investigador de la Universidad de Granada.
“Los tumores que tienen alterados los complejos remodeladores de cromatina, son muy dependientes de la actividad de cierto tipo de genes lo que les genera un talón de Aquiles que se está intentando explotar terapéuticamente y que estamos estudiando en el laboratorio” indica Juan Carlos Álvarez, profesor e investigador del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular I de la Universidad de Granada.
Los trabajos de investigación desarrollados por este grupo de investigación liderado por Pedro Pablo Medina Vico están apoyados principalmente por el Aula de Investigación “Héroes contra la Leucemia”, la Junta de Andalucía y la Asociación Española contra el cáncer y en ellos han participado investigadores del Instituto Biosanitario de Granada (ibs.GRANADA).
Referencias: